dissabte, 27 d’octubre del 2012

La Celestina y su autor

La Tragicomedia de Calisto  y Melibea
La Celestina es una de las obras más importantes de la literatura castellana, y es un libro de transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Hay numerosas ediciones, pero las principales son de entre el 1499 y el 1502. En el siglo XVI hubo cambios en el título y la extensión de la obra, y se editaron un total de 62 veces. En un principio tenía dieciséis actos y se llamaba “La comedia de Calisto y Melibea”. Luego pasó a llamarse “La tragicomedia de Calisto y Melibea”, con veintiún actos. Se tiene que remarcar que no es una obra de teatro a pesar de sus actos y su estructura; es un relato de la novela dialogada, influenciada por la onda italiana.
Fernando de Rojas
Su autor, Fernando de Rojas, no era converso de tercera generación, es decir, sus abuelos se convirtieron de judíos a católicos por conveniencia. Nació el 1472 en la Puebla de Montalván, Toledo, y murió el 1541 a Talavera de la Reina. Pudo estudiar gracias a un noble que le pagó los estudios, y era jurista de oficio, no escritor. Se quedó en un nivel de estudios medio-bajo, lo que sería el equivalente al Bachillerato de hoy en día.

dilluns, 22 d’octubre del 2012

Esquema de la prosa medieval

Para acabar este tema, hemos sintetizado toda la información anterior en un esquema dónde se puede ver los diferentes tipos de prosa de entre los siglos XII a XV.

Para una mejor visualización, click en la imagen

Características de la novela sentimental

Algunas de las características comunes entre todas las novelas sentimentales son las siguientes:
Ejemplo de novela sentimental, Tristán e Isolda
-Tiene un único tema central, el amor.
-Es una novela de amor donde se cuenta como se sienten los protagonistas.
-Los protagonistas solo viven para el amor y pueden llegar a morir.
-El código amoroso es el mismo que el de la poesía provenzal y sigue un concepto de amor cortés.
-Es de narrador externo o interno, en 1ra persona.
El amor apasionado, en la Edad Media estaba considerado como una enfermedad. El amor entraba por la vista, se imprimía la imagen de la amada en el cerebro y no se podía olvidar su rostro. Siempre pensaba en ella, hasta no comía y se cerraba en banda. Este amor se encuentra en poesía trovadoresca sentimental, en las novelas sentimentales, como Tristán e Isolda.

Giovanni Boccacio
En las novelas sentimentales, hay algunos libros ideales como pueden ser “Elegía de Maddona Fiametta”, de Giovanni Boccacio. A partir de esta, en España, a partir del siglo XV, se empezaron a crear obras literarias propias, como pueden ser “La cárcel del amor” de Diego de San Pedro (1492), o “Siervo libre de amor”, escrita por Juan Rodríguez en 1439. Esta inspiró a Eneas Silvio Picolomini a escribir “Historia de duobus amantibus”, en 1444.

diumenge, 21 d’octubre del 2012

Amadís

La refundición de Amadís consta de cuatro libros, el último escrito por Garci Rodrigo de Montalvo, en 1508. En el siglo XIV ya existían tres libros del Amadís, pero no están conservados a día de hoy.
Garci Rodriguez de Montalvo escribe Las sergas de Esplandián, cuya conticuación la escribe Feliciano de Silva con Lisuarte de Grecia. Más tarde, Floriser de Viquea Rogel de Grecia escribe Amadís de Grecia, que es la continuación del libro de Feliciano de Silva, y inspira a Pedro Luján Silvés de la Selva a hacer otra continuación. Ruy Páez de Ribera escribe Florisando, cuya continuación es escrita por Juan Díaz con una novela diferente, pero de mismo título que Lisuarte de Grecia.

Resumen:
Amadís fue hijo de dos amores ilícitos, de una hija de un rey de Inglaterra (Elisenda de Bretaña) y Perión de Gaula. Al casarse ella se queda embarazada pero lo esconde, y el hijolo abandona a la merced del río con una espada y una escritura con su nombre. Amadís es recogido por un caballero (Gandalés) y su familia, que lo cuidan como si fuese su propio hijo. Al crecer se enamora de la hija del rey (Oriana), y se vuelve a repetir una historia semejante a la de sus padres, ya que el rey no le gusta Amadís y la hija está enamorada de él.

"Flores y Blancaflor" y Jean Renart

Durante la Edad Media (s. XII-XIV) hubo un seguido de novelas sentimentales que circularon por las cortes de Europa. Entre ellas encontramos la novela de “Flores y Blancaflor”.

Resumen:
Grabado de "Flores y Blancaflor"
Flores es hijo de un rey moro de España. Está enamorado de la hija de una esclava cristiana, Blancaflor. Los dos eran nacidos el mismo día, con unos mismos rasgos: igual de guapos, de listos… y crecen juntos. Durante su adolescencia, aparece el amor (vemos que el amor no tiene fronteras) y en enterarse su padre, el rey, vende a la esclava que llega al mercado de Babilonia, y Flores va en su búsqueda. Viven un viaje de regreso juntos, y al llegar a España, su padre (el rey) ha muerto y él es coronado rey. Entonces se convierte en cristiano y se casa con ella.

En este pequeño relato de “Flores y Blancaflor”, vemos con mucha facilidad que en las novelas sentimentales, el amor es el elemento principal y más importante (si que el caballero librará batallas, guerra… vivirá una aventura) pero todo será por amor, querrá recuperar a su amada y deberá ir a buscarla. Por eso decimos que el amor no tiene fronteras, el personaje hará todo y más por su amada, por amor.
Van habiendo cambios en los espacios… Empiezan a aparecer dentro de la novela francesa, dentro de la historia, de las ciudades que cobran un papel más importante respecto a las cortes (que eran el principal espacio en las novelas de caballerías).

Con estos cambios empiezan a aparecer nuevos novelistas como Jean Renart. Nacido a principios del  XIII, fue un poeta francés. Su vida es aún muy desconocida, pero se le atribuye la composición de la novela “Galeran de Bretaña” y se sabe que fue el autor de “El milenio” (del año 1200) y el “Guilleaume de Dole” (del año 1210). Su obra maestra es, sin lugar a dudas, el poema narrativo “El lai de la sombra” (1221).

Las siete Artes Liberales

La educación en Europa en la Edad Media (s. XII-XIII) constaba de las siete artes liberales, que estaban controladas por la Iglesia, y estaban divididas en dos grandes bloques: el Trivium y el Quadrivium.
El estudio del latín da uniformidad cultural en Europa, a pesar de la censura eclesial.

La novela sentimental

Entre los escritos que se leían en la Edad Media, se destacan cinco variedades: las novelas de caballerías y las novelas sentimentales, que eran lo novedoso de la época. También había relatos de la antigüedad greco-latina, relatos religiosos como la vida de santos, sermones, historias bíblicas, etc. Y por último había cuentos y leyendas, que se transmitían oralmente y escritas. Las escritas venían de tradición oriental u occidental, y en esta vertiente podemos destacar a Esopo como escritor de las leyendas occidentales.
La novela sentimental es un subgénero literario histórico que se desarrolla en el Prerenacimiento del siglo XV y el Renacimiento de la primera mitad del siglo XVI. Se compone en prosa con versos intercalados, a veces en forma epistolar; posee temática amorosa, frecuentemente dentro de las leyes del llamado amor cortés.
De las novelas sentimentales podemos encontrar Tristán e Isolda como una de las más importantes de la época:

Resumen de la novela sentimental Tristán e Isolda:
Tristán e Isolda, la rubia
Tristán es el fruto de los amores del rey de Cornualles, que se enamora de la reina Leonire.
Es cuidado por su tío, el rey, que lo trata como si fuera su propio hijo. Tristán es muy bueno en la música, en concreto con su arpa, pero la historia empieza cuando un gigante Irlandés llega para que le paguen con doncellas y hombres hasta que alguien le plantara cara y ganara.
Cuando Tristán llega a la edad suficiente para luchar contra el gigante, gana, pero ambos quedan mal heridos. El gigante se vuelve a Irlanda y es cuidado por su sobrina, Isolda, por la quién está enamorado, pero a pesar de sus cuidados, el gigante muere. Isolda encuentra un fragmento de espada del oponente en su cabeza, y decide guardárselo.
Por otro lado, Tristán también está muy mal herido, tanto que no le encuentran solución y él accede a que lo dejen al mar con una barca y su arpa. Llega a las costas de Irlanda, y, haciéndose pasar por un juglar, se hace famoso tocando su arpa hasta llegar a los oídos del Rey, que manda que su hija lo cure. Esta lo hace, y Tristán vuelve a Cornualles, dónde su tío, aún soltero, ve por arte de magia unos cabellos rubios, y afirma que se casara con la mujer de estos cabellos. Tristán, que conoce a la persona que tiene estos cabellos (Isolda, la rubia) vuelve a Irlanda para pedir la mano de ella para el Rey. Al llegar se encuentra un dragón que ataca al pueblo, pero él lo mata cortándole la lengua. Como ésta tiene poderes mágicos, deja inconsciente a Tristán, y un forastero que pasaba por allí recoge la lengua y la lleva al Rey para pedirle la mano de Isolda, la rubia. Esta, que no se cree que lo haya matado el forastero, va a ver la escena del dragón y encuentra a Tristán tendido. Y es entonces cuando comprueba que el fragmento de la cabeza del gigante es el que falta en su espada. Isolda lo perdona y lo cura, y Tristán le dice que su tío le pide la mano. Antes de partir a Cornualles, la madre de Isolda hace unos brebajes para que cuando llegue a ver el Rey de Cornualles se lo tomen los dos y queden enamorados para siempre. Pero en el viaje, por error, Tristán bebe un brebaje y Isolda el otro, y se enamoran perdidamente. Al llegar al destino, se separan y se van viendo a escondidas. Y un enano, para probar que Tristán visita Isolda por las noches, deja harina y esta se mancha de sangre de Tristán al saltar de una ventana a otra. Para probar que no eran amantes, Isolda jura que solo ha tenido dos hombres entre sus piernas. Uno fue el Rey, y el otro el juglar que le ha ayudado a cruzar la calle cuando estaba toda mojada (el juglar era Tristán, para así burlar la ley). El Rey no se lo cree del todo y Tristán huye lejos, a un castillo. Allí se casa con Isolda de las blancas manos, pero con un voto de castidad porque está enamorado de Isolda, la rubia. Y cuando se pone enfermo, dice que solo hay una mujer que pueda curarlo: Isolda, la rubia. Pide que si el barco que vendría de Cornualles llevaba Isolda, tendría las velas blancas. Si no venía, las tendría negras. Y cuando este se acerca, Tristán pregunta de qué color son las velas y le responden que son negras. Seguidamente, Tristán se muere de tristeza. Y cuando Isolda la rubia llega al castillo y lo ve muerto, también muere de pena.
La muerte de los dos enamorados

El Libro del caballero Zifar

El Libro del caballero Zifar  es el primer relato de aventuras de ficción de la prosa española, y fue escrita hacia el año 1300 (s. XIV) por Ferrand Martínez, clérigo de Toledo, que aparece en un cuento del prólogo. Se basa en elementos combinados que dan originalidad, como leyendas cristianas, árabes consejos de carácter moral (filósofos clásicos) y consejos didácticos, y por eso sirvió de lectura educativa para algunos nobles.
Hay también un escudero, muy parecido a Sancho Panza del “Don Quijote de la Mancha”, con rasgos parecidos (regordete, es fiel a su señor, es de un estatus social muy bajo…).
Se puede ver en esta obra que el caballero se idealiza, el amor tiene un papel muy importante, y el problema causante del argumento de la novela es un maleficio (caracteres mágicos).

Resumen:
Raptan a grima en un barco
Zifar era un noble con muy mala suerte que vivía en la India, con su esposa Grima y sus dos hijos. El caballero tenía una maldición en la que al cabo de diez días de poseer un caballo, este se le moría, y el Rey lo echó del reino por miedo a su maldición. Esta maldición la causó un antepasado suyo muy malo, y para que deje de obrar la maldición y desaparezca, el caballero tiene que hacer bondad para compensar su linaje. Durante el transcurso de la novela pierde a sus dos hijos (uno en el bosque, se lo lleva un león, y el otro se pierde entre la multitud de personas. Luego, en la ciudad, unos marineros lujuriosos se llevan a Grima en un barco, secuestrada. Pero ella, cuando es raptada, ve como todos los piratas se matan unos a otros, hasta que solo queda ella a bordo, con todo el botín. Y, rezando a la virgen, el barco llega a la costa, donde Grima construye un monasterio con las riquezas del barco, y empieza a tener fama de mujer sabia. Mientras, Zifar logra vencer al enemigo y pone paz. Por su logro, el rey le ofrece la mano de su hija, por lo cual él se convierte en el nuevo monarca. Él acepta, pero con voto de castidad para no ser infiel a su mujer. Grima y sus hijos, justamente llegan a la misma región que el caballero, pero no quieren que la gente sepa su relación familiar, porque se debe aceptar el destino. Y toda la familia vuelve a estar reunida.

dimecres, 10 d’octubre del 2012

El origen de la novela

El género literario de las novelas fue una lectura de ocio de las mujeres en la edad media. Al siglo XI cambiaron el código latín por otros idiomas, como pueden ser el francés, el castellano o el catalán. Al siglo XIII, Carlomagno da luz a una idea en que quiere gobernar por igual a todos sus territorios. Empieza a haber una nueva clase (ni clero, ni gobernantes) que accede a la escritura y lectura en otras lenguas que no sean el latín. Además, algunos reyes impulsan su utilización. No hay procedencia clásica.

Godofredo de Monmouth
El origen de las novelas se retrasa al siglo XII, cuando Normandía estaba gobernada por una corte de Enrique II Plantagenet (que accedió al trono en 1153) y Leonor de Aquitana, antigua reina de Francia. Normandía, en la segunda mitad del siglo XII, era una zona muy culta, y cuando estos invadieron el sur de Inglaterra, llevaron toda su cultura allí. Los anglosajones, para contrarrestar los productos franceses, crean una historia británica ficticia. Historia Regum Britanniae, escrita en latín entre los años 1130 y 1136 por el monje galés Godofredo de Monmouth, cuenta una historia de la antigua Britania. A pesar de estar mayormente inventada, es una valiosa obra de literatura medieval, que contiene la más antigua versión conocida de la historia del Rey Lear y sus tres hijas, y ayudó a que los lectores que no hablaban galés conocieran la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda. Este tipo de narraciones con apariencia histórica y mezclas de la realidad con la ficción (mitología, historia, leyendas y tradiciones anglosajonas) se denominan pseudohistorias.
 
La novela escrita por el monje fue tan popular que se tradujo al francés, inspirando a los Normandos a crear “El caballero de la Carreta”. Chrétien de Troyes y Maria de Francia, ambos eruditos, crearon pequeñas y costosas obras, ya que el pergamino no era barato. Usaban borradores de cera e oveja, y tardaban más en escribir libros.

En el siglo XIII se edita la Bulgata Arturica, que es un conjunto de novelitas anteriores, gracias a la invención del papel, ya que no es tan caro como el pergamino. Las novelas de este conjunto tienen un argumento similar, siempre siguiendo este esquema: un caballero de oscuros orígenes tiene que saber de dónde proviene, tiene que encontrar su verdadera identidad que ha sido escondida. El caballero acostumbra a ser valeroso, intrépido, maneja muy bien las armas y es un buen cristiano. Conoce a una dama a la que tiene que conquistar, y usualmente lo hace. En el hilo de la novela pasan muchas batallas, para demostrar lo poderoso que es el protagonista, siempre a medio camino del final original, encontrar su identidad verdadera.

Las características de estas novelitas son que todas tienen aventuras itinerantes, es decir, una estructura arbórea que siempre desemboca a un final normalmente favorable. Se destacan las virtudes caballerescas del protagonista, con batallas y muestras de valor. También hay magia en las características de estas obras. Hay amor en la trama, siempre se tiene que conquistar a una dama.

Una edición adaptada de Ars Amandi 
En las novelas de caballerías hay una manera de proceder en cuánto al amor que tienen directamente que ver con la obra de Ovidi, Ars amandi (El Arte de Amar). En aquella época tenía que haber un período de observación a distancia que procede a la especulación antes de la declaración, pero aún antes de esta tenían que venir los tanteos y descubrir si ambos amantes se correspondían. El amor perfecto no es el amor carnal ni físico, se creía que el amor perfecto era el espiritual (el intercambio de cartas de amor y cortejo). En el amor considerado perfecto no importa si se corresponde, sólo si se es fiel.
 
El amor apasionado, en la Edad Media estaba considerado como una enfermedad. Se imprimía la imagen de la amada en el cerebro y no se podía olvidar su rostro. Siempre pensaba en ella, hasta no comía y se cerraba en banda. Este amor se encuentra en poesía trovadoresca sentimental, en las novelas sentimentales, como Tristán e Isolda.

El gran éxito de Chrétien de Troyes llega a la Península, gracias a las traducciones del fracés al castellano, y inspira a algunos escritores obras propias como Gran conquista de Ultramar (1291-1295), Libro del caballero Zifar (1300) y Amadís de Gaula (s. XIV).